Las casas pasivas reviven con la pandemia por su gran eficiencia energética
La pandemia ha evidenciado lo deficientes que son muchas de las viviendas que se han construido en España durante décadas. Millones de almas han pasado los meses de confinamiento en coladeros de energía, pisos con problemas de ventilación y filtración y una mala calidad del aire interior.
Sin embargo, hay otra forma de hacer casas. Han pasado tres décadas desde que Wolfgang Feist, físico y astrónomo alemán, construyera la primera vivienda pasiva del mundo en 1991, la suya, en la ciudad de Darmstadt, Alemania.
“En los últimos dos años se ha certificado la misma superficie que en los ocho anteriores y se duplicará en los dos años siguientes”, dice Bruno Gutiérrez Cuevas, presidente de la Plataforma de Edificación Passivhaus, la segunda asociación por número de socios (más de 800) en el mundo, solo por detrás de la alemana. Con la pandemia, “muchas personas han descubierto que existen formas de construir que permiten ahorrar energía y aseguran un mayor confort interior y por este motivo recibimos más consultas que tiempo atrás”, añade Gutiérrez. Aunque avisa de un incremento en los fraudes por parte de empresas que ofrecen Passivhaus sin que se cumplan los requisitos.
El estudio de arquitectura británico WKK Architects ha publicado las imágenes de uno de sus últimos proyectos, el rascacielos 1075 Nelson Street en Vancouver, que se convertirá en el edificio Passivhaus más alto del mundo. Un titulo que consiguió el Edificio Bolueta de Bilbao.
Es un rascacielos esbelto de 178 metros de altura que contendrá 480 apartamentos de alta eficiencia energética con el sello Passivhaus, un estándar internacional que ayuda a reducir drásticamente los requisitos de calefacción y refrigeración de un edificio, así como sus emisiones de carbono.
Lo cierto, uno de los objetivos de este proyecto es demostrar que la arquitectura contemporánea de gran altura se puede construir de manera más sostenible y alcanzar los rigurosos estándares Passivhaus. "Vancouver ya es conocido por ser uno de los lugares más agradables del mundo para vivir", explicó Tom Wright, cofundador de WKK Architects. "El liderazgo de la ciudad también tiene grandes aspiraciones de convertirla en la ciudad más sostenible del mundo", continuó.
Para conseguir esta certificación, la torre se compone de un exterior hermético para garantizar la eficiencia energética. Para conseguirlo, utiliza un 40% de triple acristalamiento de alto rendimiento y un 60% de paredes con sobreaislamiento. También tiene proyectado dos sistemas de ventilación de recuperación de calor de bajo consumo de energía que entregarán aire fresco a todos los apartamentos.
Además, el 1075 Nelson Street destacará por su forma ondulada envuelta por bandas horizontales metálicas y, en la fachada principal, dos franjas verticales de revestimiento verde ondulado. Un diseño pensado para evocar un brote que crece entre el hormigón.
Las fechas de construcción aún no se han revelado, pero el ayuntamiento de la ciudad de Vancouver aprobó los planes en una audiencia pública en junio de 2020.
Las casas pasivas son la solución para optimizar la mala calidad de aire interior que a menudo es uno de los focos de afecciones respiratorias en la vivienda.
Fuente: Consorcio passivhaus
Ya hace más de un año que convivimos con el COVID y la pandemia ha cambiado muchas cosas en nuestra vida. Tenemos interiorizadas las normas “mascarilla, metros y manos” que debemos cumplir al salir a la calle, pero… ¿Qué pasa en casa? Las viviendas en España tienen una antigüedad media de 45 años* y ello es sinónimo de aparición de numerosos problemas que no solo reducen la calidad de vida en el hogar, sino que también afectan nuestra salud.
Ser conscientes de las enfermedades y adoptar medidas para prevenirlas es el propósito del Día Mundial de la Salud y poner foco en el lugar donde más horas pasamos últimamente debería ser una prioridad. “Una deficiente ventilación, el escaso aislamiento, así como una inadecuada protección solar que mantenga el confort térmico y evite el sobrecalentamiento, están detrás de muchas enfermedades que con una casa pasiva podemos evitar”, declara Antonio Domínguez, secretario general del Consorcio Passivhaus.
El teletrabajo se ha impuesto para mucha gente por lo que es indispensable disponer de soluciones para un clima interior óptimo. Las viviendas pasivas, entre muchos de sus beneficios, permiten disfrutar en su interior de aire limpio y puro lo que las convierte en sumamente saludables. Dado que las enfermedades respiratorias encabezan la lista de afecciones mundiales** la calidad del aire interior en el hogar se hace más importante que nunca.
Y es que además del COVID-19, “existen contaminantes como son las altas concentraciones de CO2, los compuestos orgánicos volátiles o las partículas finas, que pueden tener un efecto directo en nuestra salud y bienestar”, afirma Josep Castellà, Country Manager de Zehnder Group Ibérica, empresa especializada en tratamientos de aire y miembro del Consorcio Passivhaus. En este sentido es urgente adoptar medidas para rebajar la posible carga viral en las viviendas lo máximo posible.
Las casas pasivas certificadas adecuadamente tienen como uno de sus pilares la ventilación mecánica con recuperación de calor, que sin necesidad de abrir ventanas climatiza y evita la entrada y salida indeseada de calor. “Los edificios son cada vez más herméticos y están preparados para lograr una mayor eficiencia. La hermeticidad de la vivienda obliga a tener ventilación controlada para poder disponer de una buena calidad de aire interior”, asiente Castellà.
Respirar un aire puro y limpio
Emplear tecnologías que controlan la salubridad del aire contribuye a reducir al máximo la incidencia de virus y demás, de aquí la importancia de unos buenos sistemas de tratamiento de aire. De todos modos, nada es totalmente efectivo si no se siguen las pautas de mantenimiento y ventilación que desde las organizaciones profesionales se piden. Desde el Consorcio Passivhaus se vela y se trabaja constantemente para ello.
La Calidad del Aire interior (CAI) puede ser afectada por multitud de gases y microbios contaminantes y ello malmete nuestra salud. Es muy importante mantener el índice en orden, es decir, vigilar las cantidades de contaminantes presentes en dicho aire. Para ello es importante controlar dicha calidad y así diluir estos contaminantes ya que la óptima calidad del aire es buena para las personas, para la salud y para el medio ambiente.